Necrófagos

Los Necrófagos, también llamados Ghouls son mutantes con apariencia de zombies, víctimas de un envenenamiento masivo por radiación. Generalmente tienen voces muy ásperas.

Orígenes

La exposición prolongada a la radiación a veces causa que los humanos se transformen en necrófagos (aunque, en ocasiones, la transformación en más rápida).

La mayoría de los necrófagos de la Región Central eran moradores del Refugio 12, que se encontraba bajo la ciudad de Bakersfield (mejor conocida como Necrópolis después de la Gran Guerra). Como parte del Programa de Experimentación de los Refugios, la puerta del Refugio 12 no se cerró apropiadamente, por lo que sus habitantes se vieron afectados por la radiación, lo que causó que algunos murieran y que los demás se convirtieran en Necrófagos.

Hay que diferenciar los Necrófagos de Washington, D.C. de los del Refugio 12 ya que el origen de éstos es diferente. Segun la madre de Gob en Fallout 3 los Necrófagos de DC eran personas que se escondieron cuando las bombas se precipitaron y que lograron sobrevivir.

Los Necrófagos habitan actualmente en el Museo de Historia, en una exposición denominada ‘Inframundo’, puesto que los Necrófagos consideran que deben vivir allí, alejados de todo, donde ni los Supermutantes ni la Hermandad del Acero los molestan.

No todos los Necrófagos son iguales, algunos son más fuertes que otros y se dividen en diversas clases. Los Necrófagos son estériles, ya que la radiación ha dejado sus órganos sexuales muertos e infértiles, pero a cambio los Necrófagos envejecen mucho más lentamente que los humanos como dice Gob, e incluso hay Necrófagos que han vivido 200 años, es decir, desde antes de la guerra, como Carol. Esto tiene una explicación científica. Los Seres Humanos segregamos una sustancia involuntariamente que envenena el sistema nervioso. Al parecer la radiación ha eliminado la segregación de esa sustancia, ya que si no la emanáramos podríamos vivir hasta los 300 años. Otra de sus ventajas es el poder curativo que ejerce la radiación sobre ellos. Sin embargo, ese estado de necrosis también trae sus inconvenientes: su piel está podrida, por lo que resisten mucho menos que los humanos, y si no llevan algún tipo de traje son muy vulnerables al entorno.